COUNT DOWN

Ya somos MATRIMOÑO!!!

domingo, 18 de julio de 2010

EL SÍNDROME DEL SECRETO

Dícese del halo de misterio y secretismo que debe envolver, por tradición y tonteriísmo, todo lo relacionado con la boda. En primer lugar y principalmente, el vestido de la novia. Pero también, el peinado, los zapatos, los complementos, etc. Además, la organización del evento y demás detalles, deben mantenerse ocultos a los invitados. Y, a su vez, alguna tontería más que tengamos preparada para los invitados y que no queramos desvelar ni siquiera a nuestras familias.

Los síntomas de esta extraña dolencia, se acentúan a medida que se aproxima la boda, pues hay más secretos y misterios. Si usted ha notado que, antes de hablar, mira a un lado , luego al otro con interés y desconfianza, a ver quién hay y qué puede decir en cada situación, acuda a su médico de cabecera. Padece usted este síndrome.

Encarnita, la madre de la novia, está padeciendo episodios agudos del síndrome del secreto. Ella intenta mantener la guardia y respetar los misterios, pero rara vez lo consigue:
-Esther, mira este peinado -mira a un lado... mira al otro..., ve al novio y disimula- te podrías poner tal como esta, el pelo suelto y alborotado. ¡Upps, ya se me escapó!.
-Mamá, que se está enterando José Carlos -le dice la novia.
-Perdón. Que digo yo que con este peinado -dice ahora muy muy bajito- te pegan mucho unos pendientes grandes. ¡Upps, otra vez he vuelto a equivocarme!
-Precioso mamá -se resigna la novia mientras piensa, cuando llegue septiembre, el novio sabe mejor que yo lo que voy a llevar.


Pero no es la única, otros familiares están acusando la presión. Tere, ha decidido no enseñarle nada ni siquiera a su marido y a su hijo, por si acaso. Prefiere curarse en salud y ocultarlo todo. Su marido, nuestro Titi, le implora una y otra vez algún detalle, pero ella se muestra firme y no cede ni lo más mínimo. ¡Qué grande es mi tía!

Este síndrome también afecta a los amigos y amigas de los novios, pero esta vez en su variante D (de despedida). Ya ha habido algunas bajas médicas causadas por el estrés acumulado de tanto mirar a un lado y a otro antes de hablar. Por ejemplo, el alimal economista. Lo intentó con empeño, pero no pudo soportar la presión de quedarse a solas una vez al trimestre con el novio -no penséis mal, es que le lleva los papeles- y cayó enfermo (Diego, todos esperamos que te recuperes pronto, ¡ánimo!).
Hay algunos que disimulan muy bien sus síntomas, pero los están padeciendo. Su gran verborrea traicionó a Cepi, el no quería, pero por su boca algo se escapó. Y hasta ahí podemos leer.

A todos los que nos conocen y que están notando algún síntoma, os damos las gracias y muchos ánimos. Ya queda menos, pronto no habrá secretos, todos nos miraremos con cariño, como siempre y no con cara de sospecha.

2 comentarios:

  1. Estoy yendo a terapia 3 veces por semana... Es el mismo medico que me curo el "cumpleaños de mi abuela" es buenisimo!!

    ResponderEliminar
  2. Cada vez me gusta más este Blog... Felicidades por la INICIATIVA...

    ResponderEliminar