Teníamos tantos planes para nuestro pletórico primer día en Nueva York, que el día se nos quedó corto. Llegó la noche, la gente empezó a escasear y nosotros a encogernos progresivamente hasta casi desaparecer. Reventados, llegamos al hotel sobre las 23.00, con más miedo que vergüenza (¡Sí!, ¿qué pasa? Es que allí, las 11 de la noche son como las 3 de la mañana un martes en Teruel). Pero retrocedamos hasta la primera hora para ver cómo sucedieron las cosas...
7:30 de la mañana (o 13.30 hora española), despertador, ducha y puesta en marcha.
El plan era ver Times Square de día, subir al Empire State y pasar por Chinatown y la Pequeña Italia. Así que, para llegar con fuerzas, hicimos el típico desayuno americano a base de café "cagalón" del Starbucks y donuts gigante de puesto ambulante con medidas de higiene sospechosas (abstenerse cobardes y escrupulosos).
Tan bien nos sentó el desayuno, que a eso de las 12.30, después de haber hecho la mitad de lo planeado, además de Washington Square, la Universidad de NY, la casa de Mónica de Friends... caímos hambrientos en busca de Jonnys Rocks para almorzar a base de hamburguesas y música de los años 60.
Pedimos la comida en Chikinglish "One this (señalando la carta) and one this)" y, al poco, mientras comíamos nuestras deliciosas hamburguesas (que os aseguramos que no saben como las de España), la camarera y el camarero se pusieron a bailar a ritmo de Rock and Roll (pero un poco cutre).
Así que, todo iba bien (comida y espectáculo), hasta que -aún hoy, no sabemos porqué-, la amable camarera nos pidió 4$ más de lo que ponía el tiquet. Timo del turista, pensó Chikitín, que cabizbajo quedó parte de la tarde.... (TO BE CONTINUED)
7:30 de la mañana (o 13.30 hora española), despertador, ducha y puesta en marcha.
El plan era ver Times Square de día, subir al Empire State y pasar por Chinatown y la Pequeña Italia. Así que, para llegar con fuerzas, hicimos el típico desayuno americano a base de café "cagalón" del Starbucks y donuts gigante de puesto ambulante con medidas de higiene sospechosas (abstenerse cobardes y escrupulosos).
Tan bien nos sentó el desayuno, que a eso de las 12.30, después de haber hecho la mitad de lo planeado, además de Washington Square, la Universidad de NY, la casa de Mónica de Friends... caímos hambrientos en busca de Jonnys Rocks para almorzar a base de hamburguesas y música de los años 60.
Pedimos la comida en Chikinglish "One this (señalando la carta) and one this)" y, al poco, mientras comíamos nuestras deliciosas hamburguesas (que os aseguramos que no saben como las de España), la camarera y el camarero se pusieron a bailar a ritmo de Rock and Roll (pero un poco cutre).
Así que, todo iba bien (comida y espectáculo), hasta que -aún hoy, no sabemos porqué-, la amable camarera nos pidió 4$ más de lo que ponía el tiquet. Timo del turista, pensó Chikitín, que cabizbajo quedó parte de la tarde.... (TO BE CONTINUED)
Jajajajja anotado queda... a ver que me pasa amí jajajaj por ahí con vuestro guión... aprendido... jajajaa
ResponderEliminarEl día que montemos el Buche del Alimá será Diegogó el que deleite a los visitantes con suculentos bailes y caídas!! Jajajajaja!! Chiquitín te vieron cara de dinero... por eso te timaron!! Deja que vengan aquí... Jajajaja!!
ResponderEliminarPropina obligatoria hasta para ir a cag....., pero bueno al menos comisteis disfrutando del musical de los camareros
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