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Ya somos MATRIMOÑO!!!

jueves, 29 de julio de 2010

PRINCESAS

Hoy por la tarde tengo otra prueba del vestido (van 3) y ésta no será la última, con todo lo que eso conlleva.

Veréis, resulta que para las diferentes pruebas, se pone en marcha un complejo engranaje. Primero tengo que preparar el atillo: los zapatos, el recambio de los zapatos, la ropa interior, los pendientes y demás complementos, los posibles tocados, coronas, peinas ... Una vez lista, ya me puede poner en camino para recoger de puerta en puerta a toda aquella fémina de la familia que pueda aportar algo. Y así, nos hemos llegado a juntar hasta 33 "miembras", con diferentes superpoderes.

Tenemos a Encarnita, ya presentada con anterioridad por ser la madre de la novia, que tiene el superpoder de ver a su hija guapííiiiisima con todo aquello que se ponga. El pequeño fallo que tiene es que trascurridos 3 segundos ha olvidado hasta el más mínimo detalle del vestuario. Lo que se dice memoria pez y equivale a poco poder comparativo entre modelitos. Es decir, a la pregunta -mamá, ¿cuál te gusta más éste o el otro?, suele responder -no sé hija, ya no me acuerdo del otro, y quedarse más ancha que pancha.
Pero, para luchar contra eso, tenemos a Victoria, superprima con capacidad para fotografiar todo aquello que ocurra en la tarde. Si bien, algunas veces se desvía del tema y se centra en hacerse fotos tipo tuenti delante del espejo.
Y a Sandra, otra superprima al margen de la discreción o la falsedad, con el poder de la franqueza, que no sabe, ni quiere, disimular cuando algo no le gusta y que no muestra reparos para decir -Gordi, qué feo, quítate eso, anda, a pesar de que la dependienta estuviera comentando al mismo tiempo -qué bonito, te queda ideal.

También tenemos a Rosi, supertía con un nivel de exigencia mucho superior al del resto de los mortales, con una lupa óptica que encuentra hasta la última arruga y no descansa hasta que la dependienta, camarer@, cajer@, etc. cumple sus deseos de perfección. Y también está Tere, la supertía con poderes zen y paz interior, que recoge todo aquello que se ha dicho, lo mete en un saquito, lo remueve y concluye con calma y sin estresarse: Esther, tú tranquila, piénsatelo y ya decidirás. Lo importante es que tú disfrutes mucho.

Pues bien, la patrulla fem-power, se dirigirá otra tarde más en busca del crimen contra la moda, las chapuzas textiles y las muestras de horteridad.
Me probaré el traje, ese es mi objetivo. Pero cada "miembra", además, tendrá una misión particular y secreta hasta el último momento. Seguramente súperEncarnita, quiera buscar zapatos para su traje (sin saber todavía cuál es). Puede que súperVictoria necesite urgentemente una minifalda nueva. Quizás súperSandra tenga que localizar la tienda más pequeña de la ciudad donde están las camisetas más punteras. SúperTere irá en busca de moda y complementos para su retoño. Y, por supuesto, súperRosi no se vendrá de ninguna tienda sin revisar antes todas y cada una de las prendas que en ella estén expuestas, porque nunca se sabe dónde está el crimen.

domingo, 18 de julio de 2010

EL SÍNDROME DEL SECRETO

Dícese del halo de misterio y secretismo que debe envolver, por tradición y tonteriísmo, todo lo relacionado con la boda. En primer lugar y principalmente, el vestido de la novia. Pero también, el peinado, los zapatos, los complementos, etc. Además, la organización del evento y demás detalles, deben mantenerse ocultos a los invitados. Y, a su vez, alguna tontería más que tengamos preparada para los invitados y que no queramos desvelar ni siquiera a nuestras familias.

Los síntomas de esta extraña dolencia, se acentúan a medida que se aproxima la boda, pues hay más secretos y misterios. Si usted ha notado que, antes de hablar, mira a un lado , luego al otro con interés y desconfianza, a ver quién hay y qué puede decir en cada situación, acuda a su médico de cabecera. Padece usted este síndrome.

Encarnita, la madre de la novia, está padeciendo episodios agudos del síndrome del secreto. Ella intenta mantener la guardia y respetar los misterios, pero rara vez lo consigue:
-Esther, mira este peinado -mira a un lado... mira al otro..., ve al novio y disimula- te podrías poner tal como esta, el pelo suelto y alborotado. ¡Upps, ya se me escapó!.
-Mamá, que se está enterando José Carlos -le dice la novia.
-Perdón. Que digo yo que con este peinado -dice ahora muy muy bajito- te pegan mucho unos pendientes grandes. ¡Upps, otra vez he vuelto a equivocarme!
-Precioso mamá -se resigna la novia mientras piensa, cuando llegue septiembre, el novio sabe mejor que yo lo que voy a llevar.


Pero no es la única, otros familiares están acusando la presión. Tere, ha decidido no enseñarle nada ni siquiera a su marido y a su hijo, por si acaso. Prefiere curarse en salud y ocultarlo todo. Su marido, nuestro Titi, le implora una y otra vez algún detalle, pero ella se muestra firme y no cede ni lo más mínimo. ¡Qué grande es mi tía!

Este síndrome también afecta a los amigos y amigas de los novios, pero esta vez en su variante D (de despedida). Ya ha habido algunas bajas médicas causadas por el estrés acumulado de tanto mirar a un lado y a otro antes de hablar. Por ejemplo, el alimal economista. Lo intentó con empeño, pero no pudo soportar la presión de quedarse a solas una vez al trimestre con el novio -no penséis mal, es que le lleva los papeles- y cayó enfermo (Diego, todos esperamos que te recuperes pronto, ¡ánimo!).
Hay algunos que disimulan muy bien sus síntomas, pero los están padeciendo. Su gran verborrea traicionó a Cepi, el no quería, pero por su boca algo se escapó. Y hasta ahí podemos leer.

A todos los que nos conocen y que están notando algún síntoma, os damos las gracias y muchos ánimos. Ya queda menos, pronto no habrá secretos, todos nos miraremos con cariño, como siempre y no con cara de sospecha.

ZAPATITOS

Desde que me compré los zapatos, se habían convertido en enemigos totales que me quitaban el sueño. Me tuve que comprar un número menos de lo normal porque mi número me quedaba grande, pero estos me quedaban pequeños!!!
- No pasa nada -me decía el hombre de la tienda- días antes de tu boda te pasas y te los metemos en la horma.
- Póntelos en casa, que van cediendo -decían a coro mi madre y mi tía Rosi (las expertas en moda de la familia).

Bueno, pues así fue. Me los llevé a casa con el propósito de darlos de sí urgentemente.

El problema es que como vivo con el novio, pues ¿cuándo me los pongo sin que los vea? Lo solucioné pronto, llegué a casa y se los enseñé. Un problema menos.

Me los he estado poniendo de cuando en cuando, pero la verdad es que en un piso, hay poco recorrido por hacer. El resultado es que habían cedido -4.

Un día, entre marujeo y marujeo, comentando con unas amigas mi gran tristeza y desdicha con el calzado, Vane -de ahora en adelante con el prefijo Santa- me dió la solución: "Le echas alcohol al zapato por dentro, te pones una docena de calcetines, un pokito de sal y ya está tó arreglao".
La escuché con algo de incredulidad, pero como no perdía nada, pues probé y, por fin... ¡Qué alegría, qué alboroto!
Ahora mis zapatos y yo somos grandes amigos, todos los días damos un paseito para hacer la cama, para tender, para planchar... Me acompañan bastante en esos momentos de ausencia por negocios del novio.

¡¡Gracias, Santa Vane!!

viernes, 9 de julio de 2010

DICHOSOS TODOS

Cita: Viernes 2 de Julio de 2010, 8:30 de la tarde, puerta de la Parroquia de la Oliva. Asistentes: La novia, Encarnita y Juanito -los padres de la novia-, Alicia -amiga de los novios y primera testigo- y José Pedro -primer suplente de los testigos-.
Presentaciones, saludos y risas nerviosas. Miradas al reloj. Tensión inicial. Motivo: el novio se retrasa. Mal augurio.

Pero comencemos desde el principio.
Estábamos citados a las 20,45 para la Toma de Dichos, así que a eso de las 20 h, salímos de nuestro nidito para recoger a los asistentes. El novio se fue a por el testigo, Cepi Moreno y lo recibió la madre del susodicho con la frase: dichoso el novio -va nuestro homenaje en el título de la entrada-. Luego recogió a sus padres, Pepe y Rosi.
Paralelamente, la novia había ido a por sus padres. Se desconocen por el momento los motivos, pero para no cumplir con la tradición, cuando llegó el novio ya estaban todos los asistentes, incluso la novia, porque eran las 20,44 h. La cara le llegaba al suelo.

En fin, pelillos a la mar, nos dirigimos a las oficinas y nos recibió el cura que dio instrucciones: id pasando de uno en uno, para no copiaros.
Primero entró la novia, valor y al toro. Algunas preguntas raras del tipo ¿eres monja? o ¿has matado a alguien?. Otras más comprometidas como ¿le has puesto al novio alguna condición para casarte como por ejemplo que te quite de trabajar? o ¿tenéis imposibilidad de procrear? (precedida de una introducción explicatoria, diferenciando entre impotencia y micropene ¿!!!?) Y otras sencillas, pero que causaron desconfianza en el señor cura en prácticas, ¿tienes más de 18 años?, - mirada por encima de las gafas -¿seguro?
En fin, ella cree que lo hizo bien, así que el testigo suplente le prometió que le compraría la moto si aprobaba.

Luego entró la "testiga", que al salir, también exigió su moto al testigo suplente. Por último y por separado, el novio y el testigo. Hubo que esperar unos minutos de rigor, que se hicieron horas, por la tensión del examen y ..... finalmente, aprobamos con matrícula de honor y nos dieron las Amonestaciones, que había que llevar a otra parroquia a exponerlas durante tres semanas (¡qué pesadilla!, otra tarea más para la semana que viene). Tarea cumplida y todos contentos, menos José Pedro, pensando en el desembolso de comprar dos vespitas.

Menos mal, que sabíamos que después de la Toma de Dichos, nos esperaba una cena rica en la terracita del Kiosco Ukelele, donde compartimos las impresiones sobre el cura novato (sus paseos sobre la silla atrás-adelante para dar emoción a las preguntas, sus silencios entre cuestiones, cómo copiaba las respuestas de un cuestionario que tenía al lado, etc.)

Tras la copiosa cena y el postre nos fuimos a tomar una copita a "la Sache", donde se unió el resto del grupo alimal, para realizar las oportunas presentaciones a los padres de los novios e irlos metiendo en faena sobre el ambiente que se respiraría en la boda. La noche se remató a base de caipiriñas (¡a 3 x 2, niña, que los llevo baratos!) cubateo y burradas alimales.
Con estos ratos de despiporre se olvida todo el papeleo absurdo y al final, compensa organizar una boda.

¡Lo pasamos muy divertido! Gracias a todos por vuestra colaboración

jueves, 1 de julio de 2010

DUDAS EXISTENCIALES by la novia


No sé si será la llegada del calor de verano la que me está haciendo calentarme tanto la cabeza. El caso es que, en estos momentos, me encuentro un poco sobrepasada con tantos accesorios.

Yo soy una chica normal, me gusta ir bien, pero no me obsesiona. Mi tiempo de arreglo es de unos 30 minutos incluyendo ducha, elección de modelito, peinado, complementos y pinturillas. Pero resulta, que este proceso se complica mucho más si eres la novia.

Encontré el vestido pronto, quizá demasiado y ya me están viniendo las inseguridades, después de verlo tres o cuatro veces, ya no me enamora tanto como al principio.
Luego me compré los zapatos, que se están convirtiendo en una tortura china para mis pies, porque por más que me dijeran que darían de sí, no hay manera.
La ropa interior fue una elección fácil: comodidad al poder.
Busqué peluquera, pero ni idea de lo que va a hacer con los tres pelos esos que tengo pegados con pegamento del malo (se me caen a manojitos). Además, me apremia en que me decida en lo que sea que me vaya a poner en la cabeza, para buscarlo y acoplarlo al hipotético peinado. Y digo yo, ¿no vale con unas horquillitas de esas negras de toda la vida?
La maquilladora hasta finales de julio no se va a pronunciar.

Ahora hay que encontrar pendientes, pulsera, collar y demás complementos joyiles. ¡Pero si yo no llevo nunca de ná!
Y ahí no queda la cosa. Cuando ya lo tienes todo te dicen: muy bien, todo muy mono. Y cuando te quites la mantilla o el velo, ¿qué te vas a poner? Y tú piensas: ¡Dios mío, esto no acaba nunca!

Por si fuera poco, la tradición dice que las novias deben llevar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Esto es un poco CANSINO.
Necesito que me animéis para llegar al final...